Llevamos un poco de retraso con los resúmenes de las charlas de la Universidad. Os dejamos un breve resumen de la penúltima, y aprovechamos para recordaros que el próximo lunes 15 podéis asistir a ¿Qué entendemos por hábitos y alimentación saludable? Seguramente nos planteen ideas para poder darles a nuestros hijos una alimentación más variada.Podéis apuntaros en recepción.
El día 25 tuvimos El desarrollo motor del niño, ¿Cuándo se alcanzan los hitos y cómo potenciarlos?
Los bebés, en su primer mes de vida levanta la cabeza pero no controla los movimientos. Su lenguaje es el llanto (dolor, hambre, susto, coraje...) acompañado de ciertas reacciones motrices.
A los dos meses, su visión se aclara, aunque sigue siendo en blanco y negro. Prefieren el sabor dulce frente al amargo y empiezan a desarrollas la discriminación auditiva, olfativa y desarrollan el tacto. Ya tienen más repertorio en su lenguaje, arrullos y sonrisas.
A los tres meses, sostienen la cabeza. Se divierten haciendo sonidos.
A los cuatro meses descubren sus manitas. Juegan con los sonidos.
Entre el nacimiento y los 4 meses de nuestro bebé debemos estimular su
audición y su visión. Para ello, usaremos canciones, controlando en todo
momento el volumen si es de un aparato eléctrico o nuestro tono si
decidimos cantar. Las canciones variarán dependiendo de si queremos
transmitir actividad o sosiego. Los sonajeros son un juguete que nos
ayuda mucho a la estimulación auditiva.
En cuanto a la
estimulación visual podremos ponerles trajetas con
dibujos en blanco y negro a ambos lados de la cuna.
En este
tiempo el bebé empieza a reconocer las emociones por lo que un buen
juego sería ponerles diferentes caritas (alegría, tristeza, emoción...) a
nuestro bebé para que vaya familiarizándose con ellas.
Para
fortalecer los músculos de nuestro bebé, realizaremos ejercicios tales
como levantarle de los dos brazos desde tumbado a sentado. Los masajes
son una buena opción tal y como hemos aprendido en los cursos de masajes
de ambas guardes.
A los seis meses tu hijo ya es capaz de estar boca abajo y elevar su cabecita. Ya alarga los brazos para coger objetos, se descubre los pies y es capaz de pasar objetos de una mano a otra. Atiende a los sonidos y repite algunas sílabas. Comienza a extrañar y hay que ayudarles a superar el miedo a la oscuridad y a la soledad.
Entre los 4 y los 9 meses debemos estimular la motricidad de sus manos animando a que coja cositas que estén a su alcance y a soltarlos después abriéndole los deditos. Todo esto debe ir acompañado de estímulo verbal.
Debemos estimular su motivación para trasladarse, colocándolo sobre la cama, por ejemplo, de lado. Nos colocamos detrás y lo llamamos por su nombre. Él girará la cabeza y le ayudaremos a ponerse boca arriba tirándole suavemente del hombro.
A los 9 meses ya me mantengo sentado sin caerme, comienzo a gatear y a intentar ponerme de pie. Le ayudaremos a que tenga interés en desplazarse, poniendo objetos llamativos. Ponlo sobre una almohada, de manera que sus manos y sus pies sobresalgan. Ésa es la posición de gateo, mantenedla mientras le habláis, cantáis o acariciáis.
Empiezan a interactuar y a repetir conductas (pedir ayuda, poner caritas y dar palmitas)
A los 12 meses ya se pone de pie y con suerte dará algunos pasitos. Empezará a decir algunas palabras (papá, mamá, agua...) En esta etapa y hasta los dos años, debemos enseñarle a hacer cosas, como coger la cuchara, agarrar un lápiz, despegar pegatinas. Y siempre deben estar vigilados. Los encajables son un buen juguete para esta etapa pero lo más importante es jugar con ellos.
Para la coordinación ojo mano, puedes sentarte frente a él y lanzarle una pelota rodando.Aseguraté que sea ligera y no haga daño.
A los 15 meses son capaces de subir escaleras gateando, empieza a imitar y a socializar más. Puede tener hasta 6 palabras en su vocabulario... Podemos jugar a tocarle una pierna sin que nos vea y que averiguen que eres tú. De esta forma, aprenden que aunque algo no lo vean, existe.
Con 18 meses ya corretea, aunque sea torpemente. Maneja bien objetos como la cuchara y el vaso. Hace garabatos. Es una etapa complicada...la del ¡NO!
Con 24 meses ya dá patadas a un balón, se agacha sin caerse y es capaz de hacer torres de más de 4 cubos. Empieza a hacer cosas de manera autónoma, comer, quitarse algunas prendas. Su vocabulario se extiende y empieza a cumplir órdenes. Observa el juego de otros compañeros pero les cuesta jugar juntos.
A partir de los 2 años debemos fomentar en los niños la creatividad y la habilidades motoras. Le podemos dar papeles, lápices, rotuladores que no sean tóxicos, diferentes tipos de papeles. Deja que garabatee y pregúntale qué es. Fomentarás el lenguaje y él sentirá que te importa lo que hace. Dibuja con él.
Para desarrollar la fuerza podemos jugar a los bolos. Probad a hacerlos vosotros mismos, seguro que a ellos les divierte mucho más jugar después.
Debemos guiar a nuestros hijos en toda su etapa infantil, ser su modelo a seguir y explicarle todo lo que necesiten. No os agobiéis si vuestro hijo en un determinado mes no hace alguna de estas cosas, ya que es orientativo. Siempre debéis consultar con vuestro pediatra y pedir consejos a las seños antes de alarmaros.
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