En nuestro cole desde hace algún tiempo viene siendo habitual encontrarnos con niños mayores de 18 meses dependientes del chupete. Con dependencia no sólo nos referimos a que no sepan estar sin él, nos referimos a que es un habitual en su vida diaria cuando no debería ser así.
Cuando son bebés, nos puede resultar útil ofrecerle el chupete en momentos puntuales para calmarlos o relajarlos, a medida que van creciendo, debemos prestar atención a esos momentos en los que se hace necesario su uso y preguntarnos si podemos conseguir ese bienestar que le proporciona el chupete de otra manera. Puede ser que ante un enfado, estemos más preocupados de encontrar el chupete que de calmarlos con nuestra simple presencia, palabras de cariño, abrazos y besos.
Cuando los niños se van haciendo mayores necesitan cambiar sus rutinas y sus hábitos, es necesario para poder crecer. Nuestra tarea como padres es acompañar, ayudar y por supuesto no frenar. Muchas veces no nos damos cuenta de las limitaciones que les ponemos a nuestros hijos en el día a día. El chupete es sólo una de ellas.
¿Es necesario cambiar la talla del chupete? La respuesta es no. Cuanto más grande sea la tetina, más le costará dejar de usarlo y más problemas en la boca le puede ocasionar.
¿A qué edad debemos retirar el chupete? A partir de los 18 meses es recomendable que el uso del chupete sea sólo para dormir, sin embargo, deberíamos restringir su uso durante el día ya que puede afectar a la mordida, la dentición y el paladar. A partir de los 24 meses ya no deberían tener chupete.
Además, a partir de los 18 meses los niños se sueltan con el lenguaje, pudiendo llegar a formar frases con 2 años. Si los niños tienen el chupete en la boca durante el día, difícilmente conseguiremos que hablen, evitando así su desarrollo normal. La lengua no estará realizando los movimientos correctos , ni los labios estarán produciendo sonidos acordes a la edad.
Y aquí es donde viene la preocupación ya que más de la mitad de los niños de las clases de 2 a 3 años tienen chupete en casa. Nos estamos preocupando por hacerles autónomos, retirarles los pañales, hacer que hablen y se desenvuelvan de cara al colegio, pero, en cuanto llegan a recepción, les ponen el chupete, volviendo a convertirlos en bebés e impidiendo que sigan evolucionando como corresponde.
¿Cómo podemos hacer la retirada? Podéis hacerlo de golpe o poco a poco, podéis utilizar las técnicas que haya utilizado una familia y que le haya funcionado, pero no olvidéis que cada niño es único y lo que funciona en algunos casos, no lo hace en otros.
El consejo más importante es que debéis ser cariñosos pero inflexibles. Si queremos tener éxito en la retirada debemos plantearnos bien el momento, para evitar que coincida con algún acontecimiento familiar importante o individual del niño como la retirada del pañal o el paso de la cuna a la cama.
En Sevilla tenéis el árbol de los chupetes, podéis acercaros y dejar el vuestro allí.
También debemos ser conscientes que es un logro complicado para ellos, debemos animarle pero evitar compararle con sus amiguitos o recordarles a cada momento que ya no tiene chupete. Además debemos estar todos los adultos que se encargan del niño durante el día: padres, cuidadores, abuelos, seños.
Por parte nuestra, ya os decimos que no hay ningún problema ya que desde que volvimos de Navidad ningún niño de las clases Red ladybugs, orange fish y yellow giraffes utiliza el chupete en la hora de la siesta, que era únicamente cuando lo hacían. Ahora es vuestro turno, estaremos encantados de ayudaros para dejar que nuestros niños se conviertan en mayores para poder ir al cole.
Os dejamos algunos cuentos que os pueden servir llegados a este punto:
Los chupetes de Charlotte. SM
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